Las tablas de planchar deben de ser firmes y seguras, las mejores son las de altura regulable ya que debemos adaptarla a la altura de la persona que va a realizar las tareas.
Si planchamos en una posición forzada logramos un dolor fuerte de espalda.
Lo mejor es forrarlas con una tela suave y mullida que permita planchar encajes y bordados sin dañarlos. Arriba poner un paño blanco en forma de bolsa para poder sacar y lavar frecuentemente.
Si ponemos un papel de aluminio debajo de este paño blanco el calor será más intenso y más parejo ayudándonos a ahorrar energía.
10.14.2009
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